Fuente Carta Capital
por Felipe Milanez — publicado 27/09/2013 08:56
La relación de los kuikuru con la tierra, según Fausto, es muy diferente. “Ellos tienen un ciclo agrícola de corto, medio y largo plazo, com una utilización sustentable de la tierra. Es muy sofisticado y proyecta un paisaje cultural de larguísimo plazo para generaciones futuras”
El cacique también le pasó un mensaje a los ruralistas, que creen que la tierra nunca se gastará: “Cuando veo soja, no entiendo. Aquello me preocupa mucho. Ellos deforestan, plantan soja, tiran veneno, tiran la soja. Después cosechan, tiran veneno. Todo el año tiran veneno, todo el ano cosechan, tiran veneno. ¿ Como harán en el futuro? El blanco llega y dice: ‘Esto es mío, es mi tierra’. ¿Y después trata a así a la tierra?”
“Brasília no nos escucha”, por Afukaká Kuikuro*
Plantamos nuestra propia comida. No abandonamos aquello que plantamos para comer. Seguimos haciendo nuestro beiju, nuestro sal y comiendo nuestros peces. Por eso, nos preocupamos mucho con las cabeceras de los rios de nuestra tierra, como el rio Buriti. Los blancos ya cerraron el rio Kuluene con represas. Ellos quieren cerrar otros rios nuestros para producir energia.
En el rio Kuluene el agua ya cambió mucho. No sólo por causa de la represa, sino por los venenos que los estancieros tiran en las plantaciones de soja. Los peces están muriendo. Eso nos deja muy preocupados.
Cada família que tiene una casa también tiene su campo. Todos plantamos para alimentarnos. Plantamos mucha mandioca. Un tipo de mandioca que sólo sirve para hacer mingau, algunas otras variedades para hacer beiju. Mucha mandioca diferente. Hay otra que la llamamos de mandioca de verdad, después la mandioca de traíra, la mandioca del pacuzinho. Tenemos 45 nombres de mandioca. Son 45 diferentes, no hay estudios sobre sus variedade. Tenemos maíz también, que es plantado sólo en tierra negra.
Nuestros abuelos siempre usaron la tierra negra para plantar maíz. La plantación de zapallo, papa, maíz tiene que ser en tierra negra, que es donde fue la aldea en el pasado. La tierra es mejor. Hay cuatro tipos de maíz diferente que plantamos, y ellos sólo crecen en tierra negra. También plantamos banana. Tenemos tres variedades de papas diferentes, la papa roja, la clara y la verde.
Cuando acaba la plantación de mandioca, que es así: plantó, arrancó, plantó, arrancí; ahí la tierra queda débil. Como la tierra está débil, plantamos para nuestros nietos. Plantamos la semilla del pequi. Los abuelos las dejan para los nietos, para el futuro.
Para plantar el pequi, primero hacemos un dibujo de un yacaré en la tierra, y dentro de él plantamos varias semillas de pequi. Ahí el pequi crece bien. Cuando sale la muda, quitamos la muda del yacaré y plantamos en el campo. Ese pequi, tiene muchas variedades. Variedades que no existen fuera del Parque del Xingu. Una de ellas es un pequi que no tiene espinas. es muy bueno, nos gusta mucho. Sólo hay en el parque. Pero ahora la Embrapa [INTA brasileño] quiere patentarlo. Pero eso es producto nuestro, de nuestro manejo, de los índios de la región. Nos gusta mucho comer pequi. Tiene pequi que usamos para hacer aceite, y la castaña también la usamos para comer.
En el campo viejo, cuando queda polvo, hay mucho remedio. es muy importante para nosotros también. Cuando el campo acaba, alli queda con mucho remedio, mucha planta, cipó, que usamos como remedio. Los maestros del remedio, que llamamos Embuta Oto, usan todo ese área que era bosque y se hizo polvo, para tomar remedios.
Entonces cuando derrubamos un árbol hacemos comida. Después, plantamos pequi, habrá un pequizal para los nietos. Cuando no plantamos pequi, ese área se transforma en remedio, queda un mato de remedio. Si no fuera mato de remedio, de ahí crece el sapé, que usamos para hacer el techo de la casa. Después de un tiempo más, ahi se hace bosque de nuevo. Ese área que fue campo vuelve a ser bosque. En el bosque que no fue cortado todavía hay muchas cosas importantes para nosotros, principalmente la copaíba. y también material para la construcción de casa.
Pero cuando veo soja, no entiendo. Aquello me preocupa mucho. Ellos deforestan, tiran veneno. Deforestan, tiran veneno. Todo el año, tiran veneno, deforestan. Como harán? El blanco llega y dice “Esto es mío, mi tierra”, y la trata así a la tierra.
Ellos dicen que ellos compran la tierra, y ellos tienen papel para mostrar. y nadie más puede ir ahí dentro. Nosotros no somos así. Podemos ir al campo de los otros, podemos ir al bosque. Respetamos, pero si necesita de alguna cosa, puede ir a buscar. Pero en la tierra de los blancos no. Si precisamos ir a otra aldea, Kamaiura, Yawalapiti, si vamos allá a pescar, cazar algun animal, no está mal. Pero para ustedes, yo no puedo hacerlo. En elXingu, podemos andar por todos lados.
La cuenca del Xingu, está toda llena de estancieros. Ahora está apretado, hay estancias por todos lados. Muchas aldeas se quedaron afuera cuando hicieron el Parque del Xingu, nuestros lugares sagrados, además de aldeas de los Kapalalo. Todavía estamos recuperandola. Pero la política del gobierno no nos deja más recuperar nuestra tierra. Quieren cambiar la ley, están debilitándo a la Funai. No estamos consiguiendo recuperar ningún lugar sagrado. Eso es una preocupación muy grande mía. Antes era todo bosque. Hoy es todo estancia.
Hay jóvenes que están yendo a la ciudad a estudiar. Mandé a mi nieto a estudiar. Como no hablo bien portugués, no se escribir ni leer, es importante que él sepa, para volver para la aldea y trabaje para el pueblo, para enseñarle a más jóvenes. Ese es mi pensamiento. Para luchar, para defender la tierra. Mi boca llega allá a Brasília y el ministro no escucha. En el papel vale más. Yo pensaba eso cuando mandé a mi nieto a estudiar. Él va a aprender inglés, después hará facultad, y volverá a la aldea para defender al pueblo, para luchar.
Brasília no nos escucha. Cuando vamos a Brasília, nadie nos escucha.Tenemos que irnos a otro país, como aqui donde estamos, en Francia, para que nos oígan. Porque el gobierno no quiere ouírnos. Y la Funai está cada vez más débil. Brasília no cree más en nosotros, no confia en nosotros, en lo que decimos.
Antiguamente, ustede tenían a esos jefes también, los políticos. Pero ahora son los estancieros que están siendo diputados y senadores. Ellos están allá, todos junto. Por eso que están haciendo esa política sólo para ellos.
Esa es nuestra lucha. Para nuestro nieto, nuestro hijo, para conservar la cultura, nuestra tradición. No quiero perder nuestra tradición, que tenemos allá en el Xingu. Nunca olvidé las palabras de Orlando Villas-Bôas. Él dijo para mi: “Mirá, Afukaká, cuando seas grande, vas a ser jefe, tenés que luchar por los Kuikuro, y por cualquier aldea que haya aqui. Ustedes tienen que unirse.” Ahora va a haber la mobilización en Brasília, y estamos todos juntos. Estamos teniendo reunión allá en el Xingu, muchos líderes está yendo a Brasília. Vamos allá a luchar por nuestros derechos.
No es que estoy aqui afuera criticando al gobierno de Brasil. Estoy contando el problema de los indios.
*Afukaká es cacique de la aldea Ipatse, del pueblo Kuikuro, en el Alto Xingu, Parque Indígena del Xingu.