Jorge Alemán es, según parece , un erudito europeo, lacaniano y partidario de Laclau.
Ha sido asesor del ex presidente Kirchner y según entendemos, lo es , también de Cristina Fernández, a la que le propone esa reconfiguración partidaria y simbólica, superadora de la liturgia peronista y ambiciosa de agrupar a una nueva sumatoria ciudadana de origenes diversos que expresó el reciente acto de Arsenal.
Jorge Alemán sobrevuela el campo de la política de manera conceptual y abstracta y aunque considere que los temas del peronismo no son ideologicos, me temo que lo suyo, lo es , asimismo, en el más cabal sentido de la palabra.
De hecho, lo reconozco en los escritos y discursos de Horacio González, en los debates de Carta Abierta, y en los documentos trascendidos de los asesores que componían la llamada Mesa Chica detrás del sillón presidencial.
El peronismo sería producto de una etapa fordista, ya no existen las fábricas de cuatro mil obreros que lo posibilitaron, ahora existen ciudadanos vinculados a su telefonito.
Todo cambia y las viejas liturgias y memorias deberán quedar en el pasado. Todo me recuerda los debates que intentè con centenares de peronistas, cuando la interna Scioli- Mauricio.
Les proponía que debatiéramos sobre colonialidad y deuda externa, sobre el modelo de los agronegocios y la sojización compulsiva, sobre la megaminería y el modelo extractivo,y, por fin, sobre el despoblamiento del campo y la conurbanización forzada de mas de diez millones de argentinos.
Me respondieron: “No,Rulli, queremos hablar de política…” Se supone que lo mío, no es política, entonces, y no sé qué cosa será…”
Estoy seguro que Jorge Alemán me respondería algo similar, porque lo que me duele y preocupa, los temas propios del sentido común, no cabe en Laclau, ni en el goce de que habla y se van por las costuras del discurso cuasi teológico que nos propone Alemán.
Se hace evidente que el progresismo argentino enriquecido con los aportes inmensos de una generación de peronistas travestidos le lleva una inmensa ventaja a todo el resto de los progresismos latinoamericanos, incluso el lulismo.
Y me temo que esto no sea un mérito , precisamente, sino la fase más alta de esa doctrina de contrainsurgencia por parte de la izquierda Capitalista y legitimadora, que experimentamos profundamente en el Chiapas rebelde de los zapatistas.
Jorge Rulli en Trinchera Por La Liberación Nacional
Entre el peronismo fordista y el kirchnerismo contra-hegemónico | Jorge Alemán