“Cierra el año para el sector agroindustrial argentino. En una entrevista con LA NACION, Santiago del Solar, jefe de Gabinete de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, destacó la importancia de la edición génica para el país. Además, se refirió a la controversia por el trigo transgénico tolerante a sequía, que el Gobierno no aprobó por una cuestión de mercados”
“-¿Cómo sigue la aprobación de transgénicos?
-Este año vamos a llegar a nueve eventos transgénicos: fue un récord y todo un esfuerzo. Queremos aprovechar las dos tecnologías: no es una en contra de la otra. Van a venir soluciones de los dos lados. El transgénico es más costoso por los sistemas regulatorios que imponen los países. La edición génica es un proceso más económico y más rápido: no es transgénesis, es una variedad. Es dirigido y más preciso. Además, no se detecta: si se analiza un maíz transgénico se detecta la transgénesis; en edición génica se detecta el mismo germoplasma.”
“-¿Qué opina sobre las posibilidades de un trigo transgénico?
-La Argentina producirá 20 millones de toneladas de trigo. En el mundo se producen 750 millones de toneladas de trigo. Todo el hemisferio norte siembra trigo: Canadá, Estados Unidos, China, la Unión Europea. Hubo muchísima investigación, pero nadie aprobó un evento biotecnológico de trigo, nadie.
-¿Y cómo ve el trigo resistente a sequía?
-No existe eso. Es como decir que hay una vaca resistente a no tomar agua. Hay distintos grados de tolerancia a la sequía, no es que sea resistente. Los mecanismos de tolerancia son complejos, existen y muchas veces atentan contra el rinde.”
-¿Por qué Agroindustria decidió no aprobarlo?
-Hay que entender que sale un buque con un grano de trigo y rebota el buque completo. Pasó con Corea del Sur una vez. Poder segregar el trigo como algunos dicen, cualquiera que anduvo en el campo, sabe que no es cierto: tenés sembradoras, camiones, tolvas, etc. Un grano te puede generar un problema comercial tremendo. Nadie aprobó un evento así por este problema. Nosotros no vamos a hacer eso. Que quede claro que no estamos en contra del trigo resistente, pero poner en riesgo 20 millones de toneladas de granos, no.
Es importante aclarar que hay tolerancia cero de parte de nuestros compradores de trigo. No toleran ni un grano de trigo GMO en un embarque. No aceptan el concepto LLP (Low Level Presence) o cantidad máxima aceptada de un GMO mezclada. Y es imposible segregar el trigo con tolerancia cero.
En esta Navidad nos complace compartir una mirada esperanzadora sobre la actual Europa perturbada, una mirada que nos permite superar la fragmentación de la información mediática y el abuso de términos como “populismo” y “neofascismo” , que por por inadecuados y obsoletos no hacen sino impedir que comprendamos.//
Grabois ya había definido su disposicón a postular la candidatura de Cristina. Ahora lo hace también, el “Evita” con Pérsico.
Preferiríamos no ahondar en cuestiones particulares, por ejemplo: Si renunció o no renunció a la enorme herencia familiar o si acaso sigue o no sigue sirviendo a los servicios, dado que su prolongada estadía en la conducción de la organización Quebracho nos hace sospechar relaciones obscuras e inconfesables.
Preferimos referirnos a lo que significa el “Evita” socialmente. Alguna vez alguien dijo que: “El evitismo sin Perón era la expresión mas alta y rebuscada del viejo gorilismo”.
En este caso no nos caben dudas, sobrevivir en la contraofensiva montonera, para pasar a ser director nacional de Quebracho y de allí Jefe de Gabinete del Gobierno de Felipe Solá, en la Provincia de Buenos Aires requiere una gran capacidad de “trepada” y “adaptación”.
Pero no solo eso, luego llegó a ser viceministro del Ministerio de Agroindustria, con Cristina, manejando presupuestos siderales y actualmente, sus comederos para pobres, son asumidos como propios por la PASTORAL SOCIAL.
El “Evita” es parte de la inmesa fábrica de hacer pobres que ha montado el “pejotismo” en los conurbanos de pobreza, pero además de ello el “Evita” sabe como manipularlos y movilizarlos para sus propios fines, actualmente electorales y al servicio del retorno de Cristina.
¡Que Dios nos ampare de estas izquierdas si es que no sabemos cuidarnos solos!. //
Descargué todo el blog usando GetLeft me funcionó para ese blog, intenté usarlo en otro y se me hizo difícil.
Lo descargué sin subirle las imágenes para que quede más liviano, básicamente lo que hay es la estructura del blog, sus enlaces, sus páginas, pero no las imágenes.
Los enlaces son los que estaban en el momento de descargar el blog, si alguno no funciona más, lo lamento mucho, no es que tenga algún enlace escondido, ni que me haya bajado todas las películas de Arsenevich no es así, así que si algún enlace se murió no puedo hacer nada.
Si quieren descargar la estructura del blog, básicamente la ficha de las películas, los enlaces de descarga y las descripciones:
Con ayuda de Cristina, Macri logró que avancen las leyes pedidas por el emir de Qatar
El Senado aprobó el acuerdo para evitar la doble imposición con el reino árabe con aval de la ex presidenta, que se abstuvo en el tratado bilateral de inversiones firmado por Michetti. Es ley el impuesto a cooperativas.
Siempre suspusimos que la grieta encubría una asociación política, una asociación de reciprocidades a la vez que de funcionalidades al sistema…
Los Hechos nos dan reiteradamente la razón. Hay continuidades y funcionalidades manifiestas y ello al margen de los que distraen nuestra atención, refiriendo a una Cristina sin los corruptos…
Tal como si dijeramos “Un Macri sin CEOS ni endeudadores seriales”.//
Cursos de piloto de avión, antropologia y linguística, vivencias en réplicas de aldeas y obras de teatro están entre las estrategias adoptadas por ONGs misioneras brasileñas y extranjeras para atraer a voluntarios al esfuerzo para evangelizar indígenas en la Amazônia.
Liderazgos indígenas contrarios a las iniciativas temen que ellas tengan un mayor incentivo en el gobierno de Jair Bolsonaro, luego de la indicación de la pastora evangelista Damares Alves para el ministerio encargado por la política indigenista.
Dinaman Tuxá, coordinador ejecutivo de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), dice que “con la indicación de la ministra Damares, el nuevo gobierno señala que está claramente articulado con los misioneros evangelistas en una estrategia declarada de integrar al indígena a la sociedad – la misma estrategia de la dictadura militar.”
Según la Asociación de Misiones Transculturales Brasileñas (AMTB), entidad que reúne a 78 organizaciones misioneras, hay en el mundo “dos mil pueblos sin el Evangelio, entre ellos 89 están en Brasil”.
La asociación tiene un Departamento de Asuntos Indígenas, cuya misión es “atender demandas sociopolíticas oriundas de las agencias afiliadas junto a los organismos gubernamentales”, como obtener autorizaciones para actuar en tierras indígenas e influenciar a congresistas en debates sobre el trabajo misionero en aldeas.
Una de las entidades afiliadas es Asas de Socorro [Alas de Socorro], creada por misioneros estadounidenses en 1955 y que mantienen en Anápolis (GO) una escuela para formar pilotos y mecánicos dedicados “a la causa del evangelismo en las aldeas, las comunidades ribeeñas y pueblos tradicionales, habitantes en regiones aisladas o en situación de riesgo en la Amazônia”.
La formación completa dura cuatro años y cuesta cerca de R$ 1.500 [u$s 395] por mes, valor subsidiado por la organización, y le garantiza al alumno licencias de piloto comercial, vuelo por instrumentos e instructor de vuelo.
En cursos de piloto anunciados en internet, las mensualidades llegan a R$ 4.200/mes [u$s 1105].
Asas de Socorro tiene bases en Roraima, Rondônia y en el Amazonas. Un instructor le dijo a BBC News Brasil que, luego de la conclusión del curso, se espera que el voluntario empiece a proveer apoyo logístico a misioneros que ya estén en aldeas.
Los pilotos también pueden hacer cursos para participar de la evangelización directa de los grupos, además de actuar en emergencias, rescatando a misioneros o indígenas enfermos. Las operaciones son financiadas por donadores individuales e iglesias asociadas a Asas de Socorro.
‘Religiones tradicionales y espiritismo’
Con sede en los EUA, la agencia misionera Association of Baptists for World Evangelism (Asociación Bautista para el Evangelismo Global) también emplea a aviadores misioneros en Brasil.
En su site la organización [conclama a voluntarios a servir en el país, descripto como un lugar donde “religiones tradicionales y el espiritismo todavía abarcan a partes de la población”.
Muchas organizaciones afiliadas a la AMTB tienen sede en el exterior – el caso de WEC (Worldwide Evangelisation for Christ), creada por un británico en 1913 y que dice tener como meta “involucrarse con 33 nuevos pueblos” en 2018 en asociación con las iglesias brasileñas.
Algunas organizaciones se especializan en el entrenamiento antropológico y linguístico de los misioneros.
“Nunca hubo una época en que los misioneros fuesen tan bien preparados como ahora”, dice a BBC News Brasil el presidente de la Misión Nuevas Tribos de Brasil (MNTB) y vice-presidente de la Asociación de las Misiones Transculturales Brasileñas (AMTB), Edward Luz.
Luz dice que más de 1.700 misioneros ya fueron formados por el Instituto Bíblico Peniel, brazo educativo de la MNTB, fundada en 1953 y hoy presente en 50 etnias brasileñas. El curso dura cuatro años y medio y tiene clases de teologia, antropologia y linguística.
La formación busca preparar al alumno para iniciar el trabajo misionero desde cero en cualquier etnia, hablante de cualquier lengua, en cualquier lugar del mundo. El misionero tiene acceso a técnicas para aprender un idioma cualquiera por cuenta propia, [transliterá-lo para nuestro alfabeto y traducir la bíblia a la lengua aprendida.
El objetivo de MNTB es estimular a las comunidades a crear sus propias iglesias evangélistas. Entre los pueblos que no hablan portugués, los cultos son siempre celebrados en la lengua local.
Fue esta la estrategia que ellos aplicaron, por ejemplo, entre los Wari’ (también conocidos como Pacaas Nova), grupo contactado por la MNTB en 1956, en Rondônia. “La iglesia de ellos es totalmente Pacaa Nova. Yo nunca seria pastor en una aldea indígena”, dice Luz.
Salvación del infierno
Durante el curso de formación, los candidatos a misioneros de la MNTB asisten a la obra teatral Clamor de Batum – que, según la organización, reproduce un episodio real ocurrido en Papua Nueva Guinea, país en Oceania.
En la obra, un grupo de jévenes misioneros visita por primera vez una aldea donde otros colegas ya actuaban. “Mirá esa nativa. Ella es muy bonita, y yo aqui pensando que ellos iba a ser muy feitos”, dice una de las visitantes. “Lo es, ellos son seres humanos como nosotros, y Jesus también reza por ellos”, replica un misionero de más edad.
En la trama, un grupo de aborígenes implora para que los misioneros se desplacen para otra aldea para catequizar a sus parientes y librarlos del infierno luego de la muerte. Frente a la negativa de los religiosos, que alegan no son numerosos lo suficiente para la tarea, la obra termina con un lloro colectivo.
El público es, así, estimulado a unirse al esfuerzo evangelizador para impedir que tantos pueblos no cristianizados tengan un destino semejante al de los aborígenes papuásios.
Las teatralizaciones también están entre las estrategias de la organización estadounidense New Tribes Mission para [angariar misioneros.
La entidad montó en Pensilvania una réplica de una aldea Yanomami, pueblo que habita Brasil y Venezuela. En ella, voluntarios interact[iam con actores que simulan ser miembros del grupo indígena.
La experiencia es ofrecida durante un retiro de fin de semana bautizado de Wayumi – término que, según los organizadores, es adoptado por los Yanomami para referirse a viajes cortos.
Según la organización, el retiro “te dará a vos y a tu grupo una visión panorámica de pueblos aún no contactados por el mundo. Ella abrirá tus ojos para lo que debe ser hecho para alcanzar estos grupos”.
103 etnias sin misioneros
El esfuerzo para reclutar a voluntarios busca llenar las lagunas en la evangelización de indios en la Amazônia.
En 2017, en una conferencia en la Facultad Teológica Sur Americana, en Londrina (PR), el pastor Ronaldo Lidório – uno de los principales nombres de la actividad misionera en Brasil – dijo que los indígenas son el grupo poblacional brasileño con mayor carencia de misioneros, seguidos por ribereños, quilombolas [habitantes de los quilombos, lugares donde vivían quienes se escapaban de la esclavitud], gitanos y sertanejos.
Según Lidório, 103 etnias brasileñas no tienen la presenca de ningún misionero.
“Cuarenta de ellas están abiertas para el Evangelio, pero la realidad es que no hay misioneros”, afirmó.
No hay datos oficiales sobre el avance de iglesias evangélicas entre pueblos indígenas brasileños. En algunos pueblos, sin embargo – como el caso de los Terena, en Mato Grosso do Sul, y de los Baniwa, en el Amazonas – la mayoria de los integrantes se declara evangelista.
En algunas regiones, como en el Alto Rio Negro, hay una fuerte presencia católica entre los indígenas por influencia de misiones instaladas en los últimos siglos. Hoy, sin embargo, la Iglesia Católica dice haber abandonado la evangelización de indígenas y valorar las creencias ancestrales de los grupos.
El Consejo Indigenista Misionero (Cimi), organismo vinculado a la Iglesia Católica, dice actuar junto a más de 180 pueblos indígenas brasileños respetando el protagonismo de los grupos y “dentro de una perspectiva más amplia de una sociedad democrática, justa, solidaria, pluriétnica y pluricultural”.
Autorización para entrar en tierras indígenas
Por las reglas actuales de la Funai [Fundación Nacional del Indio, organismo gubernamental sobre políticas indígenas], los misioneros sólo están absolutamente impedidos de entrar en territorios de pueblos indígenas aislados – restricción que vale para cualquier otro grupo de personas.
Para ingressar en las demás tierras indígenas, ellos necesitan de una autorización de la Funai o de la Sesai (Secretaria Especial de Salud Indígena).
Según servidores de la Funai que no quisieron ser identificados, muchos misioneros obtienen autorizaciones con la justificación de prestar servicios a la comunidad, como asistencia en salud.
De acuerdo con el Portal de la Transparencia, la entidad filantrópica que más recibió recursos de la Unión en esta década fue una ONG presbiteriana que actúa junto a los indígenas – la Misión Evangelistca Caiuá, que mantiene un convenio con el Ministerio de Salud para administrar 18 de los 34 Distritos Sanitarios Especiales Indígenas. En el período, la ONG – que en su site dice trabajar “al servicio del indio para la Gloria de Dios” – recibió cerca de R$ 2 mil millones [u$s 527 millones] en verbas públicas.
Linguistas misioneros
Otras entidades reciben una autorización para entrar en tierras indígenas en base a invitaciones de la propia comunidad. En algunos casos, indígenas que viven en ciudades y ya fueron catequizados sirven de puente entre los misioneros y sus aldeas de origen.
También están los misioneros que consiguen autorizaciones con el pretexto de estudiar las lenguas indígenas – práctica que llegó a ser apoyada por uno de los patronos del indigenismo brasileño, el antropólogo Darcy Ribeiro (1922-1977).
Mientras trabajaba en el Servicio de Protección al Indio (organismo antecesor de la Funai), Darcy Ribeiro abrió las puertas para que misioneros extranjeros del Summer Institute of Linguistics (SIL) se instalaran en aldeas y estudiasen las lenguas nativas brasileñas, juzgando que el trabajo ayudaria a preservarlas.
La alianza del Estado brasileño con el grupo fue rota, pero el SIL se mantiene activo en el país. Otra influyente entidad en el ramo es la Asociación Linguística Misionera Evangélica (Alem), creada a partir de una subdivisión del SIL, la Wycliffe Bible Translators.
Además su site dice que en hay Brasil 69 lenguas indígenas sin que esté la bíblia traducida, de un total de 274. La organización dice trabajar “con el sueño de tornar la Palabra accesible a todos los povos y lenguas todavía no alcanzados”.
Zonas grises
Según los funcionarios de la Funai, los misioneros se aprovechan de zonas grises en la legislación para expandir sus operaciones entre los indígenas.
Muchas veces, ellos dicen, que los religiosos que entran en las aldeas con la justificación de prestar servicios o estudiar lenguas se aprovechan del acceso para intentar convertir a los indígenas durante su estadia o conseguir el aval para la instalación de una misión. La Funai sólo es accionada en los casos en que esta actuación genera conflictos.
La SIL y la ALEM no respondieron a los pedidos de entrevistas de BBC News Brasil sobre sus prácticas.
Cuestionada sobre las reglas para autorizar el trabajo misionero en aldeas, la Funai dijo en una nota que la Constitución determina el respeto a las “costumbres, lenguas, creencias y tradiciones de los pueblos indígenas”. “Así, la Funai no autoriza el ingreso de personas con el proyecto de realizar trabajos misioneros de evangelización, a menos que esta sea una demanda de la propia comunidad. Aunque los estudios e investigaciones sólo suceden con el diálogo con los pueblos indígenas, que deben manifestar su interés en el ingresso solicitado”, dice la fundación.
Para Dinaman Tuxá, el coordinador ejecutivo de la Apib, el trabajo misionero demoniza los saberes tradicionales e “intenta desaculturar a nuestras comunidades”.
Él afirma que, aunque los indígenas brasileños lidien con misioneros desde 1500, en los últimos años, los evangelizadores se han articulado con otro grupo poderoso en la política brasileña, el agronegocio, imponiendo riesgos adicionales a las comunidades.
“Ellos no quieren más sólo evangelizar, ellos quieren traer a las comunidades al medio urbano y liberar a nuestras tierras para plantar soja, sacar minerales, criar ganado.”
Para Edward Luz, presidente de la Misión Nuevas Tribus de Brasil (MNTB), la evangelización altera a la cultura de un pueblo tanto como la provisión de servicios de salud y de educación. “A partir del momento en que le dás un antibiótico, un remedio antimaleria, le alteraste toda la cosmovisión a un pueblo. ¿Le vas a negar darle salud al indio?”
Él afirma que los misioneros deberían ser libres para actuar en cualquier comunidad indígena, inclusive las aisladas, y que este trabajo puede salvar a algunos grupos de la extinción.
“Cualquier pueblo con menos de 400 personas está condenado al exterminio por razones obvias, como la consanguinidad. Tiene que haber una política de aproximación a estos pueblos”, defiende.
Contacto con los Zo’é
Edward Luz protagonizó uno de los episodios que hicieron a la Funai cambiar su política en relación a los indios aislados, estableciendo restricciones al contacto. Él dice haber sido el primer no indígena en contactar al pueblo Zo’é, en el norte de Pará, en 1982.
En “Memorias Sertanistas: cien años de indigenismo en Brasil”, libro organizado por el periodista Felipe Milanez, el ex-funcionario de la Funai Fiorello Parise dijo que el contacto fue hecho contra la decisión de la Funai y causó una gran mortandad entre los Zo’é.
Según Parise, la presencia de los misioneros contaminó a los indígenas con gripe y malaria, enfermedades hasta entonces inexistentes en el territorio. Él afirma también que en la aldea “sólo había medicamentos para uso de los propios misioneros”, y que los religiosos crearon una estructura “teniendo los Zo’é para ofrecerles artesanías, servir en la caza, pesca y otros servicios más”.
En 1987, la Funai determinó que las iniciativas de contacto con los pueblos aislados deberían partir siempre de los propios grupos – y que le cabia al Estado solamente proteger y demarcar sus tierras.
En 1991, los misioneros de la MNTB fueron expulsados del territorio Zo’é.
Edward Luz dice que las afirmaciones de Parise sobre la introducción de enfermedades en la comunidad son falsas. Él afirma que probablemente la malaria llegó al territorio por medio de monos, que están entre los huéspedes de la enfermedad.
“Después que llegué al Amazonas, me agarré ocho malarias, allá en el medio de ellos. ¿Y dicen que yo fui a llevarles la malaria? Es inconcebible.”
Sobre los relatos de privilegios que tendrían los misioneros entre los indígenas, él dice que se trataba de cuidados para conciliar “dos mundos completamente diferentes”.
“Ellos querían esto o aquello y vos no podés, dentro de la perspectiva sociocultural, dar o distribuir a estas cosas, como algunos erroneamente hacen.Y si él (índio) te dá algo, espera recibir algo más adelante. Éramos parcimoniosos para no crear una dependencia económica.”
Luz dice que los misioneros revirtieron “el proceso de extinción completa de aquel pueblo” y que la expulsión del grupo se debió a factores políticos.
“Había intereses de algunas personas para estudiar a aquellos pueblos y no querían la presencia de misioneros en el medio de ellos. Hasta entonces, la Funai nos elogiaba, tenemos relatos y afirmaciones fantásticas de ellos respecto nuestro”, dice.
Sofocados por los bancos y sorprendidos por los cambios climáticos, ellos exigen un nuevo modelo agrícola. son centenas de millones – pero los medios convencionales fingen que no existen
Potteeswaran, un productor de arroz, contó que estaba sosteniendo los craneos de Murugesan y Laxmi, un matrimonio originario de la ciudad de Trichy, en el estado sureño de Tamil Nadu, que se mató debido a un préstamo bancario que no pudo pagar. “Cuando el banco tomó sus tierras, ellos no vieron otra solución”, dijo Potteeswaran.
En abril de 2017, más de 150 campesinos de Tamil Nadu se mantuvieron sentados por casi un mes en la región de Jantar Mantar, en Delhi, capital de la India. Ellos se sentaron desnudos, sosteniendo los huesos de los vecinos que habían cometido suicidio y cargando ratones y pasto muertos en sus dientes.
“En 2016, Tamil Nadu vió su peor lluvia en 140 años”, dijo Aiyyakannu, que lideró la protesta de los agricultores. “Queríamos simbolicamente avergonzar a nuestros líderes.” Ellos volvieron esta vez con gente de cinco distritos del delta del rio Kaveri, devastados por el ciclón Gaja.
* * *
Decenas de miles de campesinos marcharon por Delhi, capital de la India, la última semana de noviembre. Ellos vinieron en trenes y ómnibus de todo el país, y pasaron una noche fria en un centro de convenciones llamado de Ramayana, donde se dramatiza, una vez por año, el poema épico del mismo nombre. Al día siguiente, con los estómagos medio llenos de roti y té, donado por los templos sikhs y las asociaciones de estudiantes de Delhi, fueron hasta la Calle del Parlamento. En una ciudad sofocada por un aire irrespirable, ellos hablaron en ocho idiomas sobre cosechas fracasadas, lluvias irregulares y sus vidas precarias.
La semana pasada una conversación similar sobre el clima sucedió en el corazón de Polonia. Alli, lejos de su electorado, gobernantes de todo el mundo expresaron en voz alta sus peores miedos. ¿Nuestro planeta está perdido? ¿Cómo enfrentar al cambio climático? Los diplomáticos negociaban acuerdos globales de reducción de la emisión de contaminantes cuando el presidente de los EUA, Donald Trump, twitteo triunfantemente sobre cuan ridículo y caro él juzgaba el acuerdo de Paris. Muchos políticos en los países ricos todavía están enfocados en lo mínimo que pueden hacer, y están ansiosos para usar las protestas de los Chalecos Amarillos contra el presidente francés Emmanuel Macron para argumentar una vez más que las poblaciones no están listtas para actuar contra el cambio climático.
Pero los campesinos que marcharon hasta Délhi lo estan. La agricultura en la India depende mucho de la lluvia y de la temperatura, en la estación del crecimiento; los agricultores son altamente sensibles al clima. Ellos ya sintieron el comienzo del apocalipsis en la forma de pozos resecados, rendimientos en declinio y migraciones en masa. Los costos están aumentando, mientras la renta agrícola real por plantador creció menos de medio por ciento por año. Hoy, un agricultor indio gana menos de 20 mil rupias (cerca de US$ 280) por año, un cuarto de la renta anual per capita de la India. De acuerdo con las estadísticas oficiales disponibles hasta 2016, más de 320 mil agricultores y trabajadores agrícolas se suicidaron desde 1995.
La precipitación promedio disminuyó en la India y los eventos extremos se tornaron más frecuentes. Inundaciones y ciclones destruyen las plantaciones, pero las estaciones también están quedando cada vez más secas. Las lluvias del monzón vienen después y parten más temprano. Los estudios muestran que la extensión, duración e intensidad de las sequías de los monzones en la India crecieron desde mediados de la década del 50. Esto está conectado a la reducción de las lluvias, que, a su vez, se debe a la reducción de la diferencia de temperatura entre el Oceano Indico y el continente Indio. Más campesinos que nunca se están suicidando a causa de las cosechas frustradas.
Más de dos tercios de los campos indios son irrigados por agua subterránea, se está agotando rapidamente. En un intervalo para beber agua, del lado de fuera del memorial Mahatma Gandhi, a camino del Parlamento, Mallikarjun S. Doddamani dijo que todos los campesinos en su aldea habían cavado por lo menos dos pozos en la última década. La mayoría están secos. Él es de un distrito del sur, y vive su tercer año de sequía. “La tierra es ahora como una camisa de mendigo: llena de agujeros”, dijo. Después de investir en cuatro pozos en sus 2,5 hectáreas de tierra, Doddamani contrajo un préstamo de 400 mil rupias (5,5 mil dólares), que no puede pagar.
Inseguridad alimentaria, endeudamiento, escasez de agua y rendimientos deprimidos componen la historia de casi todo campesino. Ramsingh Bharadwaj había viajado por 36 horas a pié, en ómnibus y finalmente en tren, partiendo de la región central de la India – rica en carbón – para exigir títulos de tierra para su comunidad de residentes de selvas nativas, que plantan y crian ganado. “À medida que las minas de carbón se expanden, perdemos la selva y nuestro acceso a todo lo que resta”, dijo. En su teléfono, me mostró una foto de su cosecha de lentejaz, cubierta de polvo negro de carbón.
El cambio climático afecta sobre todo a los campesinos más pobres. Karu Manjhi, una anciana dalit de Bihar, preparó una pregunta para el primer ministro Modi: “¿Qué piensa del hecho de que un agricultor en su país no pueda alimentar a sus propios nietos ni con una comida por día?” Los dos nietos y tres nietas de Manjhi comen arroz com lentejas aguachentas en la escuela pública, porque ella no tiene condiciones de cultivar alimentos nutritivos en su área de una hectárea, ahora dividida entre dos hijos (63% de las tierras agrícolas pertenecen a agricultores marginales que poseen menos de 1 hectárea). “Todos nosotros cultivamos apenas una variedad de arroz porque es para esto que el gobierno garantiza un precio. Una inundación repentina y todo está podrido”.
Cada región y comunidad tenía un horror diferente. Ellas habían trabado sus batallas locales, pero las respuestas más generosas del Estado fueron paliativas. El adelantamiento de los montos de la deuda, para los afectados por la sequía, el combate a las inundaciones y los sistemas de seguro ofrecen alguna asistencia, pero no bastan para alterar lo que es cultivado, lo que los agricultores ganan y como el agua es usada.
Por esto, los granjeros trajeron sus cuerpos – desvastados por el trabajo, sin estar acosumbrados a las cámaras de televisión y cansados de caminar kilômetros – hasta el centro del poder. En un raro momento, las castas superiores propietarias de tierras se aliaron a los trabajadores rurales sin tierra; aunque sus intereses muchas veces choquen, ellos sabían que sus destinos están conectados. Los agricultores exigieron una sesión especial de tres semanas en el Parlamento para discutir la crisis agrícola. Además de las leyes sobre crédito agrícola y precios remunerativos, ellos querian un debate sobre la criss del agua y prácticas sustentables, en particular.
“Nosotros señalamos para donde va el viento, obsérvenos de cerca”, dijo Laxmiprasad Verma, un trabajador agrícola de Varanasi que marchó con su hijo menor, Naineeta, de once años. Mientras miles gritaban “Marenge nahin, ladenge!” [“No moriremos, lucharemos”] los agricultores se redefinieron como protagonistas, y no víctimas, de la historia del cambio climático.
Cerca de 200 sindicatos de agricultores se organizaron nacionalmente bajo el gran paraguas del Comité de Coordinación Kisan Sangrarsh para toda la India, pero cada distrito s movilizó desde agosto. El grupo articulador fue All India Kisan Saha (AIKS), un frente campesino con raíces comunistas, pero muchos de los grupos eran organizaciones no partidarias que ayudan localmente a los campesinos a batallar por mejores precios, decidir que plantar, como tener acceso a los mercados y reivindicar subsídios y reforma agraria. Rajkumari, del distrito de Sultanpur, en Uttar Pradsh, el Estado más poblado de la India, es participante de la Asociación de Mujeres Democrátcias de Toda la India (AIDWA), el brazo femenino del Partido Comunista de la India (Marxista). Ella llama a la asociación de aid-wah, con acento hindi. Esta mujer de 40 años nunca escuchó hablar de Marx y ae asustó con el término “maoísta”. Política, para ella, es una forma de autorealización. “Nosotras, mujeres, somos enseñadas a pasar hambre, cuando la comida es escasa. Fue lo primero que desaprendi”, dijo. “Entonces, me dí cuenta: soy quien siembra y cosecha arroz, ciudo del ganado, llevo baldes de agua para casa. ¿Por qué no deberia haber salarios y derechos iguales sobre la tierra?”
“Simplemente trabajamos cada vez más duro y gastamos cada vez más en pozos, semillas y tecnologia. Pero ¿eso funciona?”, preguntó Mukhtayar Sing, de Punjab. Mientras los manifestantes aguardaban la autorización de la policía para marchar, Singh deambulaba, intentando hablar con agricultores de otros Estados. ¿Habrán encontrado otras maneras de adaptarse”?
La mayor parte de los granjeros, sin embargo, no está cambiando sus métodos para adaptarse a los cambios climáticos y a la escasez de agua. En vez de esto, están cavando hasta 70 metros para encontrar agua – pero incluso en esta profundidad, ellos muchas veces no encuentran nada. O cultivan variedades tradicionales, que tienen precios mínimos garantizados por el gobierno, aunque usen mucha agua y ofrezcan pocos nutrientes. El arroz y el trigo son seriamente afectados por el cambio climático, pero todavía dominan los cultivos.
Cuando nada funciona, los granjeros vacían la lata de sus economias para mandar a sus hijos e hijas a la escuela, en las ciudades más cercanas. Rulda Sing, de 57 años, reza para que sus hijos nunca tengan que usar un arado. Casi 8 millones de personas tuvieron que dejar la agricultura, en la década terminada en 2011, el año del último censo indio. Los agricultores endeudados o trabajadores agrícolas desocupados están arrojando alquitrán, cargando ladrillos o limpiando el piso de los shoppings – disolviéndose en el anonimato de la vasta clase trabajadora urbana. La India produce hoy más comida que nunca, pero reúne 24% de las personas subnutridas en el mundo y está lejos de superar el hambe crônico. “Yo como trigo, tal vez mis hijos tengan que comer acero”, dijo Rulda Sing, a carcajadas. “¿Qué hacen ellos en los Estados Unidos? En la TV, todos los granjeros son gordos y ricos, y sus tiendas de electrodomésticos están llenas”, dijo Mukhtayar Sing. “Tal vez deba ir para los Estados Unidos”.
Todas las manifestaciones, en la India, necesitan una autorización policial, y la polícia de Delhi demoró hasta el domingo por la mañana para permitir la marcha. Ella lanzó avisos de tránsito sobre rutas a evitar, durante la manifestación de dos días. Cerca de 3,7 mil policías y miembros de cuerpos paramilitares acompanñaron el recorrido. La visión de las barricadas amarillas y de las vans azules de la policía hicieron de Ramanamma, del estado sureño de Andhra Pradesh, recordar los cañones de agua en sus espaldas, algunos años atrás. En esa época, su villorio reivinicaba que las deudas de los agricultores como ella fueden canceladas.
Las protestas de los agricultores ya casi se habían duplicado en dos años – de 2.683, en 2015, a 4.837, en 2016 –y continúan emergiendo. Son usados regularmente gas lacrimógeno y cañones de agua contra quien protesta. El año pasado, policías que dispararon con munición real mataron a seis campesinos en una protesta. En marzo, cerca de 35 mil agricultores, la mayor parte miembros de tribus indígenas, caminaron más de 200 kilómetros, durante siete días, hasta Mumbai, exigiendo títulos de tierra. En el norte y en el oeste de la India, agricultores tiraron cebollas y leche en las plazas de las ciudades, en protesta contra los precios que recibían por los productos.
Las mujeres de Telangana, en el sur, marcharon con retratos de sus padres, hermanos o maridos que bebieron pesticidas – el veneno disponiible más cercano para un agricultor ahogado en deudas. Los bancos tienden a recchazar los préstamos a pequeños campesinos y trabajadores agrícolas, por eso ellos toman prestado de usureros, a intereses de 300%. Cuando su marido se suicidó, Krishnamma recibió una modesta indemnización del Estado. “Al día siguiente, tres debedores golperaon la puerta de su casa – yo le di todo”.
La buena noticia para Krishnamma es que ella consiguió mantener un poco más de una hectárea de tierra. La Alianza por la Agricultura Sustentable y Holística, una red nacional de 400 organizaciones campesinas, le dió entrenamiento para el cultivo sustentable. Ahora, en vez de plantar algodón y arroz, ella cultiva berengelas y garbanzos, que son más adaptados al cambio climático y pueden florecer en temperaturas más altas.
Otros, del Estado de Karnataka, practican la “agricultura de costo cero”, en que usan semillas ancestrales rústicas, obtenidas gratuitamente. El gobierno de Kerala promueve plantaciones compartidas entre agricultores marginales, especialmente mujeres, e incentiva la producción orgánica. En la marcha de Délhi, algunos campesinos del desertificado Rajastán explicaban el manejo de cuencas hidrográficas para otros de Bihar, donde familias enteras de pequeños propietarios y trabajadores agrícolas están migrando. En medio a la movilización política, estos manifestantes no se olvidaban del futuro de sus cultivos.
Es por una causa que involucra el negocio del Juego. El extitular del PJ bonaerense denunció “operaciones políticas”
El momento tan temido por el intendente de Merlo y presidente del PJ provincial, ha llegado por fin con una condena y una amenaza de inhabilitación permanente.
Seguramente el hombre apelará, pero el golpe ha sido bajo la línea de flotación . Sus declaraciones contra la injusticia del fallo han sido tan excesivas como vacuas.
Sus intentos de apropiación usuraria de cientos de miles de hectáreas del municipio que administra, tierras de floricultores o pequeños productores cercanas a la extensión del camino del Buen aire, lo han conducido a serias confrontaciones con su propia población.
El ataque a la familia del ex intendente Othacehé, a consecuencia del cual, un hombre se encontraría entre la vida y la muerte, no ha sido un escándalo menor, en especial, porque el grueso de los actuales funcionarios son los mismos que estuvieron en la anterior gestión.
Los innumerables viajes a Europa de Menendez, y la continuidad del modelo de corrupción en el municipio, no podrían ser compensados tampoco por la activa presencia de pastores evangélicos con los que se rodea.
Menendez es pejotismo puro, conurbanización y saqueo, asentamientos ilegales y negocios inmobiliarios, teología de la properidad y páginas pornográficas.
Su maestro, el ex intendente Othacehé permaneció más de veinte años en el poder local, gracias a las “barrasbravas” de Defensores de Merlo.
Su discípulo lo superó. Consiguió el respaldo de las patotas y barrasbravas de River, que le impusieron a los locales una jerarquía superior.
La basura de Merlo, sigue siendo la más cara del planeta, una especie de hemorragia económica que los pastores evangélicos no logran morigerar.
Alguna vez hemos escrito en estas páginas sobre las atrocidades llevadas a cabo por el pejotismo, una metástasis del populismo modernizante y colonial .
Pues bien, todo lo que pueda decirse sobre el pejotismo, queda chico para el municipio de Merlo, y la historia de sus últimos intendentes que, en realidad, tuvieron más de déspotas que de alcaldes…