¿Cómo fue su experiencia con el Kindle?

Raskol y los libros:


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Algunos comentarios en formato pdf

¿Alguien sabe dónde puedo comprar un Kindle? Que NO sea ML

milipili peronista solicita:


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Lin Pao @pao_lin · Jun 11 Galería Jardín

Tiago Obligado @Biggyuyo · Jun 11 Creo que no hay aparato tecno en el que no sean más iguales entre si todos los modelos que el Kindle… 😆

milipili peronista @milipili_p Datazo! Porque hay mil modelos y estaba buscando las diferencias y no se ven a simple vista.

Tiago Obligado @Biggyuyo · Jun 11 Yo tengo uno hace como 10 años. Nunca noté diferencia con los más nuevos!! 🙄🤣 milipili peronista

@milipili_p Podés abrir PDF de los que son scaneados de fotocopias y no tienen reconocimiento de palabras? Porque es lo que más leo.

Tiago Obligado @Biggyuyo · Jun 11 Nunca me fijé… pdf de imagen… me genera dudas. Eso es mas bien para tablet. Tiago Obligado @Biggyuyo

· Jun 11 Imagenes se ven, como la tapa de los libros… pero no sé bien eso.


¿Qué modelo de kindle me recomiendan?

Sebastián Campanario solicita:


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Las respuestas en el site de la APP (mientras duren!)


Algunas respuestas, en formato pdf


Si llevás tu Kindle (de Amazon) a otro país te pueden borrar el contenido

De una entrada del blog "Derecho a Leer"

De una entrada del blog «Derecho a Leer»


En Julio de 2009 leíamos en el blog «Derecho a Leer»:

«Un incipiente escándalo recorre la red, Amazon, la tienda virtual mas grande del mundo, decidió entrar discretamente a las bibliotecas virtuales de sus usuarios, para borrar algunos libros. Estas bibliotecas se llaman ‘Kindle’, un dispositivo que utiliza Amazon para vender sus libros electrónicos. Aunque todavía no están claras las causas, el hecho es que una editora le pidió a Amazon que cancelara la comercialización electrónica de algunos sus libros, como ‘1984’ o ‘Rebelión en la Granja’ (vaya paradoja), y los retirara del sistema. Fiel a la editora y no a sus usuarios, Amazon obedeció.

Kindle es una plataforma de comercialización intoxicada de DRM y con la filosofía de la nube, donde el usuario queda anclado y controlado por una red centralizada. Aunque el nucleo del sistema operativo de cada dispositivo es libre (gnu/linux), el resto es cerrado. La combinación entre DRM y red centralizada, le permite a Amazon controlar el acceso a los documentos: los libros que vende Amazon estan encriptados, y sólo Amazon tiene la llave. En rigor el usuario no compra un libro, mas bien lo alquila. Cualquier semejanza con algunas profecías distópicas, no es ninguna coincidencia.»


En 2013 leemos en Libros en la Nube:

«El lunes 23 de diciembre, a las tres y media de la tarde, mientras esperaba a Blanca Rosa Roca en su despacho, cometí una imprudencia. Blanca Rosa participaba de un almuerzo prolongado y decidí aprovechar el tiempo navegando la tienda de Amazon España, donde nunca me había dado de alta como cliente, porque compro en amazon.com, sitio autorizado para todos los hispanoamericanos que no vivan en México.

Cuando por motivos profesionales me adentro en las entretelas de la tienda Kindle España, siempre navego de incógnito. Un engaño, sí. En busca de un beneficio, también. Amazon.com conoce mi historia lectora al dedillo, tiene lo que busco y hasta lo adivina. Hay otro beneficio, ah, tacaña: los ebooks son más baratos en amazon.com. Además, está ese otro vicio de la pereza: ¿para qué «migrar» la cuenta si uno no sabe dónde estará dentro de pocos meses?
La imprudencia: esa tarde, entré a la tienda Kindle España desde mi tableta Galaxy Note, en la cual he autorizado a Google a rastrearme geográficamente.
Durante 45 minutos, mientras esperaba a Blanca Rosa, me di una vuelta en profundidad por casi todas las categorías de Amazon España. Objetivo: completar una gran hoja de Excel que está a punto de acabar con mi cordura para establecer una comparativa entre la granularidad de las categorías y subcategorías por género a disposición de los editores y los lectores americanos y las disponibles en España.
[Así es como uno se da cuenta de que un editor como, por ejemplo, Edhasa, tiene muy pocas oportunidades de comunicar a sus lectores los gruesos matices que diferencian una novela de Mary Renault de otra de Patrick O’Brian en la tienda Kindle España. Por no hablar de su imposibilidad de diferenciar a cualquiera de ellos de, digamos, Julia Navarro. Porque la categoría de novela histórica, en Kindle España es eso y punto, o peor: «ficción histórica», que admite cualquier género en el subgénero.»

«La edición en rústica de Vintage la dejé en Buenos Aires cuando me trasladé por un año a Barcelona.

Y la edición en ebook ¡desapareció de la aplicación Kindle para Android el 24 de diciembre! Junto con todos los libros cuya custodia los editores me habían cedido a cambio de una transacción monetaria.»

»

Y cuando abrí la aplicación Kindle en la Galaxy Note, en lugar de mi biblioteca me encontré con un tiovivo en el cual la primera portada era la de No es lo que parece, thriller periodístico de José Sanclemente, marido de Blanca Rosa Roca. Un libro que tengo en su edición impresa y que no pertenece a ninguna de mis historias de compra ni de búsqueda en ninguna de las tiendas de ebooks que frecuento.
Consulté el calendario. No era 28 de diciembre.
Junto a José Sanclemente, el tiovivo me proponía a Julia Navarro, En un rincón del alma, La isla de las mariposas, Los vigilantes del faro y Cincuenta sombras de Grey. Todos estos últimos, ebooks que uno encuentra en la página de inicio de Kindle España porque forman parte de una u otra promoción. Pero, ¿y José Sanclemente?
Y una invitación que decía «empezar a leer» en un rectángulo amarillo.
Traté de entrar en la aplicación usando mi contraseña de amazon.com. Tres veces no la reconoció. Tres veces la cambié en la tienda de Amazon España, que era a donde me dirigía la aplicación, sin resultado.  Desinstalé Kindle. Volví a instalar Kindle. Allí seguían Julia Navarro y todos los demás. Era el 24 y me esperaba la cena de Nochebuena. Cerré la aplicación y dejé mi perplejidad para otro momento.»

«No volví sobre el tema hasta el 26 a medianoche, cuando me puse en contacto con servicio al consumidor de amazon.com. Fueron amables, pero nadie me dio ninguna explicación. Ni creo que la tuvieran. El 27, mi biblioteca era accesible nuevamente. Fue entonces cuando servicio al cliente de Kindle España me contactó a través de Twitter.

@julietalionetti ¿Estás llamando a Amazon ES? Nuestro teléfono gratuito es: 900 803 711. ^AR
— Amazon Help (@AmazonHelp) diciembre 27, 2013

También fueron amables, y tampoco nadie me dio ninguna explicación. Ni creo que la tuvieran.

He recuperado los ebooks; mi cuenta ha «migrado» (ella solita) a Amazon España; no he retomado la lectura de Blood Meridian; la sensación general es de desagrado, como en una mala resaca.

Me pregunto si a esta promiscuidad por debajo de la piel, a esta vida privada de las aplicaciones que se hurta a nuestros ojos, alguien se atreve a llamarla «márketing». Tal vez sería más sencillo tener más categorías y subcategorías, dedicarse a etiquetar las cosas y no a las personas, dotar a los ebooks de visibilidad y dejarse de jugar al aprendiz de brujo y al tracking insidioso.»