Jacobina en Bahía donde lanzaron mosquitos transgénicos para combatir al mosquito del dengue (que también transmite al zika)
Sobre el lanzamiento de los mosquitos transgénicos y la experiencia piloto en el Nordeste de Brasil
«el mosquito que tiene al gen letal ya está listo. Fue desarrollado por una empresa que cobrará royalties sobre el uso de la tecnologia, claro. Participé del test para verificar la eficacia en campo. El piloto fue en las ciudades de Juazeiro y Jacobina, en Bahia.
En uno de los barrios, hubo reducción de 80% en la población de mosquitos. En otro, de 100%. Eso significa que 100% de las larvas que recogíamos tenían al gen letal y, consecuentemente, no sobrevivirían. Es necesario liberar los mosquitos modificados continuamente para crear una barrera que impida que el Aedes salvaje vuelva a reproducirse. Todavía falta la aprobación de la Agência Nacional de Vigilância Sanitária para que este mosquito pueda ser usado. También es necesario construir biofábricas que produzcan a estos mosquitos en la escala necesaria. El linaje que estamos desarrollando en la USP [Univ de San Pablo] puede estar listo para pruebas el año que viene. Tambián hay linajes listos desarrollados por la Agência Internacional de Energia Atômica. Dependiendo de la inversión, podríamos tener a un proyecto grande, en una ciudad muy habitada, en un año y medio. Podemos hacer algo para 2017.»
Época, entrevista a la creadora del mosquito transgénico
Hay un tema estadístico que aclarar y es que cuando la entrevistada dice:
«100% de las larvas que recogíamos tenían al gen letal y, consecuentemente, no sobrevivirían.«
Ellos no recolectaron todas las larvas, obviamente tomaron una muestra y en todas las muestras encontraron que las larvas tenían al gen leta…¿Y en las larvas que no recolectaron?
Sobre los mosquitos transgénicos, artículo de DW Brasil del 26 de Noviembre de 2013
«El método que utiliza la manipulación genética para reducir la población del «Aedes aegypti» es criticado por no monitorear eventuales consecuencias en el ecosistema. La coordinadora del proyecto en Bahia defiende la investigación en campo.
Desde julio [de 2013], los habitantes del municipio bahiano de Jacobina participan indirectamente de un estudio que pretende conquistar a un aliado en la lucha contra el dengue. En la ciudad de 45 mil habitantes, investigadores de la Universidad de São Paulo (USP), asociados con la ONG Moscamed, intentan comprobar que la liberación de mosquitos Aedes aegypti geneticamente modificados en el medio ambiente reduce drasticamente el tamaño de la población de transmisores de la enfermedad – disminuyendo así el número de infectados, que este año ya llega a 1,5 millones de personas, según el Ministerio de Salud.
Desarrollado por la empresa británica Oxitec, que es dueña de la patente, el método consiste en insertar un gen letal en el mosquito macho, que se lo repasa a la hembra salvaje durante la cópula. Ella, a su vez, genera descendencia destinada a morir prematuramente. En Jacobina, levantamientos muestran que la población de transmisores de dengue en seis meses de experimento ya es 50% menor, de acuerdo con la investigadora de la USP Margareth Capurro, coordinadora del Proyecto Aedes Transgênico (PAT).
El método ya habia sido probado en menor escala en algunas villas de Juazeiro, también en Bahia, con éxito, resultando en una disminución de hasta 90% de la población del mosquito del dengue.
«Ratones de laboratorio»
A pesar de la euforia, el estudio generó la desconfianza de científicos ligados a la transgenia. «La población de Jacobina está siendo de cobayos, son ratones de laboratorio de la Oxitec», critica José Maria Gusmão Ferraz, profesor de la Universidad Federal de São Carlos y miembro de la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio).
Integrante del Grupo de Estudios en Agrobiodiversidad del Ministerio de Desarrollo Agrario, Ferraz estuvo en Jacobina para hacer un informe sobre el PAT. Él dice que la población local no fue debidamente informada sobre el tipo de investigación y afirma que no hubo un código de ética con detalles sobre los procedimientos en campo, donde 4 millones de mosquitos transgénicos son liberados en el ecosistema todas las semanas.
«Les pregunté a las personas quién era el tal ‘mosquito del bien’ y vi que nadie sabe lo que está pasando de verdad», cuenta el biólogo en entrevista a DW Brasil, refiriéndose a la campaña de marketing iniciada por Moscamed.
Gabriel Fernandes, asesor técnico de la ONG Asesoria y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa (AS-PTA), afirma que toda investigación que involucra directamente a seres humanos y medio ambiente precisa pasar por protocolos. Él lamenta que «mucho fue invertido en propaganda, pero poco para informar a la población sobre lo que es realmente un transgénico».
Gen terminator
Uno de los creadores de la campaña «Brasil ecologicamente libre de transgénicos y agrotóxicos», Fernandes incluso acusa a los responsables por el PAT de no monitorear la cuota de hembras geneticamente modificadas que terminan siendo producidas en la fábrica de mosquitos de Moscamed en el Nordeste. Ferraz cuestiona incluso que, sin un debido estudio, no se puede asegurar que esas hembras – que según él llegan al 3% de la producción – no ayudarán a formar una segunda población, que podrá crecer más rápido que la silvestre y tornarse eventualmente «más agresiva» en la transmisión del dengue.
Otra posible falla, afirma el miembro de la CTNBio, seria el no monitoramiento de un posible aumento del número de mosquitos Aedes albopictus, frente a una supresión del aegypti. El albopictus es vector para varias enfermedades tropicales como malaria y fiebre amarilla.
La tecnologia del mosquito transgénico ya fue probada en algunos países como Malasia y en las Islas Caymann. En una gran comunidad, sin embargo, la investigación brasileña es pionera. «Está incluso el temor de que la idea atrás sea dar los primeros pasos para la aprobación en Brasil del gen terminator, o exterminador, también en las plantas. Ese es aquel gen que hace que un grano pase a ser sólo un grano, y ya no mas una semilla», afirma Ferraz.
Eficiencia en los métodos
«Hicimos un trabajo serio de comunicación junto a la población tanto en Jacobina, como en Juazeiro», rebate Margareth Capurro. La coordinadora del PAT admite, sin embargo, que el grupo de investigación no buscó la anuencia de todos los 45 mil habitantes del municipio bahiano – «eso seria inviable», dice ella.
Capurro afirma incluso que las hipótesis levantadas por el biólogo de São Carlos no preocupan a su equipo. Ella garantiza que el número de hembras liberadas por la fábrica es de apenas una en cada siete mil machos y explica incluso que la prole de esas hembras geneticamente modificadas también mueren prematuramente. La investigadora afirma también que un aumento de la población del Aedes albopictus frente al exterminio del aegypti está fuera del tema, ya que las dos especies coexisten en el mismo ambiente, pero se desarrollan en microsistemas distintos.
Para ella, el método desarrollado por el PAT debe ser mirado con buenos ojos. «Es más eficaz que inseticidas, altamente tóxicos y que matan a otras especies también», defiende, resaltando que la manipulación genética no debe ser usada como único medio para combatir al transmisor del dengue. Medidas simples, como eliminar reservatorios de agua parada en casa, deben continuar siendo incentivadas junto con la población.
Ganancias millonarias
A pesar de las críticas, las pruebas con el mosquito geneticamente modificado continuan y el gobierno no descarta que, en caso que se confirme la eficiencia del método en la reducción de casos de dengue, él podria ser adoptado en gran escala en el país. Según el Ministerio de Salud, una reunión con especialistas está agendada para marzo del próximo año [2014] para evaliar los resultados tanto en Juazeiro como en Jacobina.
«La implantación de cualquier nueva tecnologia de combate al dengue debe obedecer criterios de costo, efetividad y seguridad», afirma el ministerio, cuestionado por DW Brasil. El organismo resalta incluso que, para que sea incorporada al SUS [Sistema Único de Salud] y reproducida comerciamente por empresas privadas, la tecnologia necesita tener la aprobación de diversas entidades, como la CTNBio, la Anvisa y el Ibama.
Margareth Capurro rechaza las críticas de que la investigación, financiada en mayor parte con recursos de la Secretaria de Salud de Bahia, tenga un carácter estrictamente comercial. Ella recuerda que los remedios y vacunas, por ejemplo, tienen un efeito positivo importante en la salud pública y también les generan ganancias millonarias a las industrias. «Además de eso, Brasil no será obligado a comprar esta tecnologia», afirma.
Uno de los puntos que todavía necesitan ser verificados con seguridad es el impacto epidemiológico – o sea, la reducción en el número de infectados por el dengue – alcanzado con el método de los mosquitos transgénicos. La disminución de la población de Aedes aegypt no necesariamente es directamente proporcional al volumen de casos de la enfermedad, como explica la investigadora Vanesa Morato, de la Secretaria de Salud de Bahia: «Un índice de 1% de infestación predial ya es suficiente para permitir la circulación viral y la apareción de casos».
El creciente número de infectados con dengue en Brasil en los últimos años hizo que la enfermedad se tornase foco de preocupación por parte de las autoridades. Un estudio divulgado por el MS la semana pasada muestra que 157 municipios brasileños están en situación de riesgo. El Ministerio de Salud anunció incluso que duplicará, para 1,2 mil millones de reales, el volumen de recursos repasados para el combate al dengue.»
En este artículo dicen que el mosquito transgénico es culpable que el virus zika se haya hecho tan peligroso para las mujeres embarazadas, no lo se, no soy biólogo, les dejo la duda.